viernes, 30 de diciembre de 2022

12 grandes regalos de la astronomía

 

 12 grandes regalos de la astronomía

Esta es una temporada en la que nuestros pensamientos se dirigen a los demás y muchos intercambian regalos con amigos y familiares. 

Para los astrónomos, nuestro universo es el regalo que sigue dando. 

Hemos aprendido mucho al respecto, pero cada pregunta que respondemos conduce a cosas nuevas que queremos saber. 

Estrellas, galaxias, planetas, agujeros negros... 

Hay infinitas maravillas para estudiar.

En honor a esta época del año, vamos a contar nuestro camino a través de algunos de nuestros regalos favoritos de la astronomía.

Nuestro primer regalo astronómico es ... un planeta Tierra

Hasta ahora, solo hay un planeta que hemos encontrado que tiene todo lo necesario para sustentar la vida tal como la conocemos: la Tierra. 

A pesar de que hemos descubierto más de 5.200 planetas fuera de nuestro sistema solar, ninguno es como el hogar. 

Pero la búsqueda continúa con la ayuda de misiones como nuestro Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS)

E incluso tú (¡sí, tú!) puedes ayudar en la búsqueda con programas de ciencia ciudadana como Planet Hunters TESS y Backyard Worlds.

Nuestro segundo regalo astronómico es ... Dos burbujas gigantes

Los astrónomos descubrieron que nuestra galaxia, la Vía Láctea, está soplando burbujas, ¡dos de ellas! 

Cada burbuja tiene unos 25.000 años luz de altura y brilla en rayos gamma. 

Los científicos que utilizan datos de nuestro telescopio espacial de rayos gamma Fermi descubrieron estas estructuras en 2010, y todavía estamos aprendiendo sobre ellas.

Nuestro tercer regalo astronómico es ... Tres tipos de agujeros negros

La mayoría de los agujeros negros encajan en dos categorías de tamaño: la masa estelar sube a cientos de soles, y la supermasiva comienza a cientos de miles de soles. 

Pero, ¿qué sucede entre esos dos? 

¿Dónde están los medianos? 

Con la ayuda del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, los científicos encontraron la mejor evidencia hasta ahora para ese tercero, en el medio tipo que llamamos agujeros negros de masa intermedia. 

Las masas de estos agujeros negros deberían oscilar entre alrededor de cien a cientos de miles de veces la masa del Sol. 

La caza continúa para estos esquivos agujeros negros.

Nuestros regalos astronómicos cuarto y quinto son ... Quinteto de Stephan

Al mirar esta impresionante imagen del Quinteto de Stephan de nuestro Telescopio Espacial James Webb, parece que cinco galaxias cuelgan una alrededor de la otra, pero ¿sabías que una de las galaxias está mucho más cerca que las otras? 

Cuatro de las cinco galaxias están juntas a unos 290 millones de años luz de distancia, pero la quinta y más a la izquierda en la imagen de abajo, llamada NGC 7320, está en realidad más cerca de la Tierra a solo 40 millones de años luz de distancia.



Nuestro sexto regalo astronómico es ... Un sistema eclipsante de seis estrellas

Unestómero encontró un sistema de seis estrellas donde todas las estrellas sufren eclipses, utilizando datos de nuestra misión TESS, una supercomputadora y un software automatizado de identificación de eclipses. 

El sistema, llamado TYC 7037-89-1, se encuentra a 1.900 años luz de distancia en la constelación de Eridanus y el primero de su tipo que hemos encontrado.

Nuestro séptimo regalo astronómico es ... siete planetas del tamaño de la Tierra

En 2017, nuestro ahora retirado Telescopio Espacial Spitzer ayudó a encontrar siete planetas del tamaño de la Tierra alrededor de TRAPPIST-1

Sigue siendo el lote más grande de mundos del tamaño de la Tierra que se encuentran alrededor de una sola estrella y los planetas más rocosos que se encuentran en la zona habitable de una estrella, el rango de distancias donde las condiciones pueden ser las adecuadas para permitir la presencia de agua líquida en la superficie de un planeta.

¡La investigación adicional nos ha ayudado a comprender las densidades de los planetas, las atmósferas y más!

Nuestro octavo regalo astronómico es ... un espejo de (casi) ocho pies

El espejo primario de nuestro Telescopio Espacial Nancy Grace Roman tiene aproximadamente ocho pies de diámetro, similar a nuestro Telescopio Espacial Hubble. 

Pero Roman puede estudiar grandes regiones del cielo más de 1.000 veces más rápido, lo que le permite buscar miles de exoplanetas y medir la luz de mil millones de galaxias.


Nuestro noveno regalo astronómico es ... Una kilonova nueve días después

En 2017, el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO) de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) y Virgo del Observatorio Gravitacional Europeo detectaron ondas gravitacionales de un par de estrellas de neutrones en colisión. 

Menos de dos segundos después, nuestros telescopios detectaron una explosión de rayos gamma del mismo evento. 

Fue la primera vez que la luz y las ondas gravitacionales fueron vistas desde la misma fuente cósmica

Pero nueve días después, los astrónomos vieron luz de rayos X producida en chorros después de la colisión. 

Esta emisión posterior se llama kilonova, y ayudó a los astrónomos a comprender de qué está hecho el material de movimiento más lento.

Nuestro décimo regalo astronómico es ... Mástil de diez metros de largo de NuSTAR

Nuestro observatorio de rayos X NuSTAR es el primer telescopio espacial capaz de enfocar rayos X de alta energía. 

Su mástil de diez metros de largo (33 pies), que se desplegó poco después del lanzamiento, coloca los detectores de NuSTAR a la distancia perfecta de su óptica reflectante para enfocar los rayos X. NuSTAR celebró recientemente 10 años desde su lanzamiento en 2012.

Nuestro undécimo regalo astronómico es ... Once días de observaciones

¿Cuánto tiempo nuestro Telescopio Espacial Hubble miró fijamente un pedazo de cielo aparentemente vacío para descubrir que estaba lleno de miles de galaxias débiles

Más de 11 días de observaciones se unieron para capturar esta increíble imagen, ¡eso es aproximadamente 1 millón de segundos repartidos en 400 órbitas alrededor de la Tierra!

Nuestro duodécimo regalo astronómico es ... un radio de doce kilómetros

Los púlsares son núcleos estelares colapsados que empaquetan la masa de nuestro Sol en una bola giratoria del tamaño de una ciudad, comprimiendo la materia hasta sus límites. 

Nuestro telescopio NICER a bordo de la Estación Espacial Internacional nos ayudó a medir con precisión uno llamado J0030 y descubrió que tenía un radio de unos doce kilómetros, ¡aproximadamente del tamaño de Chicago! 

Este descubrimiento ha ampliado nuestra comprensión de los púlsares con las mediciones de tamaño más precisas y confiables de todas hasta la fecha.

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Puedes aprender más sobre el universo aquí.

NASA

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miércoles, 24 de agosto de 2022

Astrónomos y astrónomas de Argentina lograron medir la masa de una de las estrellas más masivas de la Vía Láctea

  

Julia Arias, Nidia Morrell, Rodolfo Barbá y Roberto Gamém.

Astrónomos y astrónomas de Argentina lograron medir la masa de una de las estrellas más masivas de la Vía Láctea

Forma parte de un sistema binario junto a otro objeto con el que se ocultan mutuamente. 

Su órbita excéntrica hizo que queden alineadas respecto de la Tierra causando un eclipse parcial que permitió obtener los datos precisos. 

Del trabajo formó parte un investigador del CONICET.

“Fue un guiño de la naturaleza”, expresa Roberto Gamen, investigador del CONICET en el Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP, CONICET-UNLP), para definir el suceso que le permitió, junto a un grupo de expertos y expertas de Argentina residentes en Chile, calcular la masa de una de las estrellas más masivas de la Vía Láctea. 

La definición tiene que ver con la particular configuración del sistema binario WR21a, un par de estrellas que orbitan juntas en torno a un mismo centro de masa y que fueron las protagonistas del hallazgo publicado en la revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

“Su órbita es muy excéntrica, esto hace que la distancia entre ambos objetos varíe mucho. 

Cuando están más próximas entre sí la separación es cinco veces menor a la que presentan cuando están más alejadas. 

Pero lo más curioso es que, en base a datos extremadamente precisos obtenidos por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS, por sus siglas en inglés) de la NASA, este sistema fue identificado como eclipsante, gracias a que el momento en que están más cerca una de la otra coincide con el instante en que se encuentran alineadas respecto de la Tierra y provocan un eclipse parcial. 

Ese fue el guiño que nos dio la posibilidad de calcular su masa: 93 veces la de nuestro Sol”, destaca.

La masa, es decir la cantidad de sustancia que posee un objeto, es un parámetro físico fundamental en el estudio de las estrellas y la evolución del universo, pero es a su vez uno de los más difíciles de determinar empíricamente. 

“Si bien los y las astrónomos y astrónomas nos las ingeniamos para calcular las masas estelares a partir de otros parámetros teóricos, la manera más directa es a través del estudio de los movimientos de las estrellas que se encuentran en sistemas binarios –más de la mitad de las estrellas están agrupadas así–. 

Y, mejor aún, si existe la condición extra de que las componentes que forman esa binaria se eclipsan mutuamente, es decir que durante su movimiento una estrella pase por delante de la otra y oculte una parte o toda su luz”, apunta Gamen.

El hallazgo es resultado de más de quinces años que el equipo de astrónomos y astrónomas viene dedicando al monitoreo de unas doscientas estrellas utilizando telescopios de Argentina y Chile. 

“Observamos estrellas candidatas a tener masas unas ocho veces mayores a la del Sol. 

El estudio de este tipo de objetos es necesario por muchas razones. Entre ellas, porque al ser las más luminosas de todas las estrellas, son las únicas que se pueden detectar en las galaxias más distantes. 

Entonces, entender las estrellas masivas de la Vía Láctea nos permite extrapolar ese conocimiento a otras galaxias”, puntualiza.

A lo largo de estos años, los y las expertos y expertas detectaron decenas de sistemas binarios, entre los que se encuentra WR21a, descubierto en 2008 como binario espectroscópico, lo que significa que el espectro de la estrella mostraba diferentes velocidades según el momento de la observación. 

Este sistema se encuentra a unos 13 mil años luz de la Tierra, en la constelación de Carina, en los alrededores de un cúmulo abierto masivo, es decir un conglomerado de estrellas donde muchas de ellas son masivas, denominado  Westerlund 2, “del cual parece que se está ‘escapando’: en los cúmulos, las estrellas están gravitatoriamente ligadas, sin embargo suelen ocurrir algunas interacciones que, al igual que lo que sucede con las bolas de un billar, hacen que algunas estrellas ganen impulso y se escapen”, describe.

“Las estrellas, además de ser fascinantes en sí mismas, según sabemos son las únicas capaces de crear los átomos que constituyen a los seres vivos: el oxígeno del agua, el fósforo de los ácidos nucleicos (ADN y ARN), el calcio de los huesos, y el sodio –que participa en el metabolismo celular y en la contracción muscular– fueron creados en las estrellas masivas y eyectados al espacio interestelar, ya sea durante algunas de sus etapas evolutivas o bien en las eyecciones propias de las supernovas. 

Es decir que, sin estrellas masivas, la vida no podría existir tal como la conocemos”, cierra.

Por Marcelo Gisande.

Referencia bibliográfica:

Barbá, R. H., Gamen, R. C., Martin-Ravelo, P., Arias, J. I., &Morrell, N. I. (2021). Thewinkingeyeof a heftystar. WR 21a revealed as a verymassiveeclipsingbinaryby TESS. arXivpreprint arXiv:2109.06311. DOI: https://doi.org/10.48550/arXiv.2109.06311

Sobre investigación:

Rodolfo Barbá. Universidad de La Serena, Chile.

Roberto Gamen. Investigador independiente. IALP.

Pablo Martín-Ravelo. Universidad de La Serena, Chile.

Julia Arias. Universidad de La Serena, Chile.

Nidia Morrell. Observatorio Las Campanas, Chile.

CONICET

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martes, 26 de julio de 2022

Estudio sobre supernovas aporta conocimiento sobre las estrellas y el universo

 

Laureano Martinez, Melina Bersten y Mariana Orellana. Fotos: gentileza investigadores.

Un estudio sobre supernovas aporta conocimiento sobre las estrellas y el universo

En una serie de tres artículos publicados en la revista Astronomy & Astrophysics, científicos y científicas del CONICET analizan, por primera vez y a partir de la base de datos más completa a nivel internacional, las características y propiedades de las supernovas más abundantes del universo.

Las supernovas son explosiones energéticas que marcan el final evolutivo de algunas estrellas; se espera que sucedan en estrellas aisladas que nacen con masas al menos ocho veces mayor a la del Sol. 

Son eventos muy luminosos de corta duración, lo cual implica que pueden brillar como una galaxia completa por algunos meses y que cambien su brillo rápidamente, por lo que para estudiarlas son necesarias muchas observaciones a lo largo del tiempo. 

El estudio de las supernovas es de gran relevancia en diferentes campos de la astronomía: por un lado, son útiles para medir distancias cosmológicas, y por otro lado son excelentes laboratorios para el estudio de la astrofísica estelar y el entendimiento de la composición química y energética de las galaxias y del universo en su conjunto.

Existen numerosos tipos de supernovas, y la división entre diferentes grupos se da principalmente por la presencia o ausencia de ciertos elementos químicos en sus espectros. 

En un estudio llevado a cabo por científicos y científicas del CONICET y liderado por Laureano Martinez, becario del Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP, CONICET-UNLP), se analizan datos de supernovas ricas en hidrógeno, las cuales representan las explosiones estelares más abundantes del universo. 

Debido a esta característica son uno de los principales contribuyentes al enriquecimiento químico de las galaxias, por lo cual comprender sus propiedades físicas puede aportar conocimiento original sobre el universo. 

Los resultados de esta investigación fueron publicados en la revista Astronomy & Astrophysics.

Esta serie de trabajos analizó la base de datos más grande y homogénea de observaciones de supernovas ricas en hidrógeno con el objetivo de conocer las propiedades de las estrellas que dieron origen a dichas explosiones. 

Se trabajó con una muestra de más de nueve mil observaciones de setenta y cuatro supernovas realizadas en el marco del proyecto internacional Carnegie Supernova Project-I. 

“Tuve la oportunidad de poder analizar una muestra sin precedentes en términos de la cantidad y calidad de los datos que implicó un gran desafío; este análisis puede ser de utilidad para profundizar el conocimiento existente y aportar a este campo que está en continuo descubrimiento”, señala Martinez.

La investigación consistió en comparar los resultados de estas observaciones con los obtenidos de modelos teóricos que simulan explosiones estelares y que fueron desarrollados por parte del equipo de investigación en trabajos anteriores. 

El objetivo de este análisis fue determinar las características físicas de las estrellas masivas antes de la explosión y obtener un panorama más detallado de la diversidad de supernovas ricas en hidrógeno existentes. 

“Uno de los hallazgos más impactantes obtenidos es que, al momento de la explosión, las estrellas podrían tener menos masa de lo esperado según los modelos de estudio vigentes”, señala Martinez. 

“Esto es un descubrimiento novedoso y como equipo nos inclinamos a pensar que hay elementos de la evolución estelar que pueden estar faltando en estos modelos”, agrega.

“Otra parte importante del estudio se obtuvo del análisis a posteriori, luego de analizar todas las supernovas descubrimos que, más allá de tener características en común, son todas distintas entre sí. 

Entre los parámetros que influyen en el evento de una supernova, se pudo concluir que la energía es uno de los factores dominantes para determinar la evolución de su brillo”, señala Mariana Orellana, investigadora del CONICET en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) y una de las coautoras del artículo. 

“Esta hipótesis ya se había planteado en otras oportunidades; sin embargo, no se contaba con un análisis estadístico detallado de una gran cantidad de supernovas que aporte una evidencia tan sólida”, agrega.

“Nunca pensé que podríamos llegar tan lejos con este análisis. 

Fue un proyecto que comenzó hace muchos años y para el cual desarrollamos el código que simula explosiones estelares. Trabajamos arduamente y con mucha gente involucrada de diferentes países. 

Por todos estos esfuerzos pudimos llevar adelante este impresionante trabajo de escala internacional que seguramente tendrá un impacto muy fuerte en nuestra área de trabajo”, afirma Melina Bersten, investigadora en el IALP y también autora de este trabajo.

Por Emiliana García

Referencia bibliográfica

Martinez, L., Bersten, M. C., Anderson, J. P., Hamuy, M., González-Gaitán, S., Stritzinger, M., … & Suntzeff, N. B. (2022). Type II supernovae from the Carnegie Supernova Project-I-I. Bolometric light curves of 74 SNe II using uBgVriYJH photometry. Astronomy & Astrophysics, 660, A40. https://doi.org/10.1051/0004-6361/202142075

Martinez, L., Bersten, M. C., Anderson, J. P., Hamuy, M., González-Gaitán, S., Förster, F., … & Suntzeff, N. B. (2021). Type II supernovae from the Carnegie Supernova Project-I. II. Physical parameter distributions from hydrodynamical modelling . Astronomy & Astrophysics, 660, A41. https://doi.org/10.1051/0004-6361/202142076

Martinez, L., Anderson, J. P., Bersten, M. C., Hamuy, M., González-Gaitán, S., Orellana, M., … & Suntzeff, N. B. (2022). Type II supernovae from the Carnegie Supernova Project-I. III. Understanding SN II diversity through correlations between physical and observed properties. Astronomy & Astrophysics, 660, A42. https://doi.org/10.1051/0004-6361/202142555

CONICET

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martes, 19 de julio de 2022

Vea el universo de una nueva manera con las primeras imágenes del Telescopio Espacial Webb

 


Vea el universo de una nueva manera con las primeras imágenes del Telescopio Espacial Webb

¿Estás listo para ver vistas detalladas y sin precedentes del universo desde el Telescopio Espacial James Webb, el observatorio espacial más grande y poderoso jamás creado? 

Desplácese hacia abajo para ver las primeras imágenes y datos a todo color de Webb. 

Despliega el universo con nosotros. ✨


Nebulosa Carina

Este paisaje de "montañas" y "valles" salpicados de estrellas brillantes, llamados los Acantilados Cósmicos, es el borde de la Nebulosa Carina que nace como estrella. 

Por lo general, las primeras fases de la formación estelar son difíciles de capturar, pero Webb puede mirar a través del polvo cósmico, gracias a su extrema sensibilidad, resolución espacial y capacidad de imagen. 

Los chorros protoestelares se disparan claramente desde algunas de estas estrellas jóvenes en esta nueva imagen.

Nebulosa del Anillo Sur

La Nebulosa del Anillo Sur es una nebulosa planetaria: es una nube en expansión de gas y polvo que rodea a una estrella moribunda. 

En esta nueva imagen, la segunda estrella más tenue de la nebulosa se pone a la vista, así como el gas y el polvo que arroja a su alrededor. 

(La estrella más brillante se encuentra en su propia etapa de evolución estelar y probablemente expulsará su propia nebulosa planetaria en el futuro). 

Este tipo de detalles nos ayudarán a comprender mejor cómo evolucionan las estrellas y transforman sus entornos. 

Finalmente, es posible que note puntos de luz en el fondo. Esas no son estrellas, son galaxias distantes.

Quinteto de Stephan

El Quinteto de Stephan, una agrupación visual de cinco galaxias cerca una de la otra, fue descubierto en 1877 y es mejor conocido por aparecer prominentemente en el clásico navideño, "It's a Wonderful Life". 

Esta nueva imagen lleva el grupo de galaxias de la pantalla plateada a su pantalla en un enorme mosaico que es la imagen más grande de Webb hasta la fecha. 

El mosaico cubre aproximadamente una quinta parte del diámetro de la Luna; contiene más de 150 millones de píxeles y está construido a partir de casi 1.000 archivos de imagen separados. 

Detalles nunca antes vistos están en exhibición: brillantes cúmulos de millones de estrellas jóvenes, nacimientos de estrellas frescas, colas de gas, polvo y estrellas, y enormes ondas de choque pintan una imagen dramática de las interacciones galácticas.

WASP-96 b

WASP-96 b es un planeta gigante, en su mayoría gaseoso fuera de nuestro sistema solar, descubierto en 2014. 

Webb's Near-Infrared Imager and Slitless Spectrograph (NIRISS) midió la luz del sistema WASP-96 a medida que el planeta se movía a través de la estrella. 

La curva de luz confirmó observaciones anteriores, pero el espectro de transmisión reveló nuevas propiedades del planeta: una firma inequívoca de agua, indicios de neblina y evidencia de nubes en la atmósfera. 

Este descubrimiento marca un gran salto adelante en la búsqueda de planetas potencialmente habitables más allá de la Tierra.

El primer campo profundo de Webb

Esta imagen del cúmulo de galaxias SMACS 0723, conocido como el Primer Campo Profundo de Webb, mira 4.600 millones de años en el pasado. 

Al observar las longitudes de onda infrarrojas más allá de los campos más profundos del Hubble, la aguda vista infrarroja cercana de Webb revela miles de galaxias, incluidos los objetos más débiles jamás observados en el infrarrojo, en la vista más detallada del universo temprano hasta la fecha.

 Ahora podemos ver estructuras diminutas y débiles que nunca antes habíamos visto, como cúmulos estelares y características difusas y pronto, comenzaremos a aprender más sobre las masas, edades, historias y composiciones de las galaxias.

Estas imágenes y datos son solo el comienzo de lo que encontrará el observatorio. 

Estudiará todas las fases de la historia de nuestro Universo, desde los primeros resplandores luminosos después del Big Bang, hasta la formación de sistemas solares capaces de soportar la vida en planetas como la Tierra, hasta la evolución de nuestro propio Sistema Solar.

Créditos: NASA, ESA, CSA y STScI

NASA

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martes, 17 de mayo de 2022

Astrobiología La historia de nuestra búsqueda de vida en el universo

  

Astrobiología La historia de nuestra búsqueda de vida en el universo

Los astrobiólogos estudian el origen, la evolución y la distribución de la vida en el universo. 

Esto incluye la identificación de la evidencia dejada por la vida que una vez sobrevivió en la antigua Tierra, y se extiende a la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta.

Cuando buscan señales de vida en otros mundos, ¿qué están buscando?

Cosas llamadas biofirmas. 

Por ejemplo, cuando firmas un pedazo de papel, tu firma es evidencia de tu existencia. 

Del mismo modo, las biofirmas son cualquier cosa que pueda probar que la vida estuvo una vez, o está, presente en un entorno.

Si tuviéramos mucha suerte, podríamos detectar algo que sabemos que es la vida con un telescopio poderoso o recibir una "llamada telefónica" o una señal de radio de civilizaciones alienígenas. 

Esos tipos de biofirmas serían obvias. 

Pero solo nos permitirían identificar la vida avanzada.

Durante la mayor parte de la historia de la Tierra (miles de millones de años), la vida unicelular como las bacterias y las arqueas han existido. 

Los humanos solo han estado haciendo transmisiones de radio durante cientos de años. 

Por lo tanto, tenemos una mejor oportunidad de encontrar vida si buscamos signos que han existido durante períodos de tiempo muy largos.

Los patrones en rocas antiguas que fueron creados por la vida son un gran ejemplo. 

Eso puede ser cualquier cosa como una huella de dinosaurio o estructuras construidas por microorganismos, como los estromatolitos.

Las moléculas también pueden ser biofirmas, como el ADN dejado atrás para que los detectives lo descubran. 

Pero el ADN no dura mucho tiempo por sí solo en la mayoría de los entornos, por lo que otras moléculas como los lípidos (como los aceites naturales, la cera y la grasa) podrían ser una mejor opción si está buscando firmas de vida de millones (o miles de millones) de años atrás.

Incluso el equilibrio de gases en la atmósfera de un planeta puede ser un signo de vida pasada o presente. 

En la Tierra, la biología juega un papel importante en el mantenimiento de la delicada composición de gases como el nitrógeno, el oxígeno y el dióxido de carbono en el aire que respiramos.

¡Estos son solo algunos ejemplos de signos que los astrobiólogos buscan cuando buscan vida entre las estrellas! 

La investigación sobre estas biofirmas informa muchas de nuestras misiones más grandes, desde observatorios como el Telescopio Espacial Hubble y el Telescopio Espacial Webb hasta nuestro esfuerzo de retorno de muestras de Marte.

¿Quieres saber más sobre la búsqueda de la vida? 

Echa un vistazo al último número de nuestra novela de historia gráfica estilo cómic, Astrobiología: 

La historia de nuestra búsqueda de vida en el universo. 

Este nuevo capítulo trata sobre biofirmas.


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